Para mi es muy grato compartir «mi cuento» al respecto y mencionar mi experiencia es neofita en el tema del ciclismo.
Espero que ustedes disfruten de este relato, que de alguna manera hago llagar a mi papá a través de ustedes, ya que estoy ahora viviendo en España, haciendo cursos de post-grado en matemáticas
Les felicito y agradezco la oportunidad que brindan en compartir y mantener activamente este sitio web, para quienes son amantes del ciclismo y que esa pasión trasciende fronteras, épocas y generaciones.
Un abrazo
Mi padre siempre en su bicicleta
Hace casi dos años que mi papá volvió a correr, a subirse a su bicicleta pistera no sólo para ir al taller u otros lados, sino que para competir. Yo recuerdo que esa actividad la realizaban mis hermanos, que comenzó en su etapa de adolescencia, mi padre los acompañaba en los entrenamientos, en las pistas de carrera o los circuitos donde se organizaban competencias, era una época en que el Ciclismo era un deporte más que centraba la atención en los noticieros y diarios chilenos, allí mis hermanos se destacaron como muy buenos ciclistas, logrando grandes y recordados triunfos, se hicieron deportistas profesionales y obtuvieron muchos trofeos y medallas, tanto en competencias nacionales, como internacionales.
Y mi padre siempre en su bicicleta sólo como transporte, eso pensaba yo, pues si bien sabia que cuando era más joven (hoy de espíritu), él había hecho de la bicicleta su deporte favorito, había visto algunas fotos y trofeos que lo demostraban, pero nunca lo había visto competir, es que cuando yo nací, mi padre había dejado de correr, porque había sufrido un accidente que lesionó una de sus rodillas; y aunque yo notaba una cicatriz, nunca comprendí, sino hasta ahora, la dedicación de fortalecer su pierna. Por suerte no tubo mayores complicaciones, hoy, varios años después, veo notorios resultados.Ver a mi padre arriba de su bicicleta,participando en una competencia, es ¡Emocionante!, y más junto a sus compañeros de antaño; observar su buen rendimiento, coordinación y destreza al pedalear, es ¡Admirable!.
Y ¡qué Orgullo! es verlo destacarse y ganar, cada vez que entra en competencia, hay un valor agregado tanto en él como en sus compañeros, proponerse metas y lograrlas.
De él, de su ejemplo, viene entonces mi afán por plantearme nuevos desafíos, y ser perseverante en lograr alcanzar nuevas metas, hoy veo con orgullo su nombre Pedro Berna en este portal de Internet, a miles de km de mi hogar, después de llevar un par de meses lejos de Chile, por razones de estudios de post-grado, y me encuentro casualmente con esta pagina dentro de mis búsquedas para profundizar mis conocimientos matemáticos. Que sin quererlo me relacionan con los logros de mi padre.
¡Felicitaciones! ¡PAPÁ!
Isabel Berna
Barcelona, marzo de 2007