La proeza del ciclismo nacional

La proeza del ciclismo nacional

Manuel Aravena,Sergio Aliste, Eduardo Cuevas y Fernando Vera fueron los artífices de la hazaña en el Panamericano de Colombia.

La actuación de los pedaleros nacionales no encontró mejor
calificativo que el de proeza.
En el Campeonato Panamericano de Ciclismo de 1981, disputado en  Colombia, el equipo chileno rompió todos los esquemas y se tituló  campeón, desplazando al quinto lugar a los locales, considerados como grandes exponentes mundiales en
las carreras de fondo.

El velódromo Martín “Cosiche” Rodríguez fue escenario de las pruebas y testigo de las dos primeras medallas de plata para Chile en el Kilómetro Contra Reloj y de Velocidad, obtenidas por el juvenil Antonio Urquijo.

Tras una actuación pobre en los 4.000 metros de Persecución por Equipos, en el que la cuarteta chilena fue eliminada en las series clasificatorias, se produjo el repunte espectacular.

Las tres últimas pruebas terminaron con los sones del himno nacional: Sergio Aliste se adjudicó la prueba de 50 Kilómetros, Puntuación Individual, y el equipo chileno integrado por Manuel Aravena, Sergio Aliste, Eduardo Cuevas y Fernando Vera hizo suya la más difícil de todas: los 4 X 100 kilómetros.

Lo más espectacular quedó para el final. Como cierre de la fiesta pedalera panamericana se disputó la prueba de Gran Fondo, última oportunidad para la rehabilitación de los “escarabajos”.

Y otra vez un chileno les echó a perder la fiesta. Manuel Aravena se consagró como el mejor fondista del continente, y Sergio Aliste como el tercero en la prueba individual de 170 kilómetros, en la que participaron los mejores 45 ciclistas del continente.

En el recuento de medallas, Chile quedó en primer lugar. Detrás de las casaquillas rojas quedaron los representantes de las poderosas delegaciones de Argentina, Brasil, Venezuela, Colombia y México, cada cual con figuras de renombre en el plano internacional.

Artículo de chile.com