Destacada actuación del Team Chile en el Gran Premio Colombia C2 de Pista
— 5 noviembre, 2024La Selección Nacional de Pista de Chile(Team Chile) obtuvo 11 medallas en el Gran Premio Colombia C2 de Pista que se…
¡Esas carreras de Cruz Orellana!…
“El cartero” pedaleaba duro y parejo repartiendo correspondencia. Iba por la orilla del Parque Forestal y como para cambiar de ritmo, se paró en los pedales, como suelen hacerlo los ciclistas de veras en las carreras de caminos. Fue entonces cuando lo observo un fulano y le gritó: “¡He, cachiporra! ¿Qué te creí Cruz Orellana?”.
Le acertó porque el cartero era Cruz Orellana.
Esto me lo conto Salomón, hermano de Cruz y su historiador. Salomón también era ciclista pero después se dedico a entrenador, nunca pudo alcanzar a su hermano, pero lo admiraba y se sentía orgulloso de él.
Una tarde pedaleaba apresurado rumbo al correo (Correos de Chile) su lugar de trabajo, cuando lo detuvo un policía. Cruz pensó que iba demasiado ligero y que el poli le llamaría la atención. “A lo mejor me lleva preso y es mejor que haga caso”. Se paro en seco y esperó.
“-Oiga – le dijo el carabinero -, me parece que usted es muy bueno para la bicicleta y pasa que en el barrio estamos organizando un club ciclístico. ¿por qué no se dedica a pedalero?. Nosotros podríamos ayudarlo, ¿que le parece?”.
Lo malo era que Cruz Orellana en ese año era campeón de Chile de carretera.
En una vuelta a San Antonio yo les había asegurado a mis amigos que Cruz Orellana los iba a rebanar, que no era carrera esta. En la primera etapa, Cruz llegó en un pelotón y como veinte corredores antes que él. Almorzamos en el puerto y allá me queje:
“-Me está dejando en ridículo, Cruz. Yo había asegurado que ganaría lejos”.
-¿Para que se preocupa? De aquí a Santiago les voy a sacar cinco minutos a todos. ¿No ve que de vuelta es más difícil?.
Y Cruz Orellana llegó a la capital despegado con cinco minutos de ventaja.
Cruz era un hombre para el camino y mientras más difícil éste, mucho mejor. Me acuerdo que en una vuelta que salió de Santiago, fue por la costa hasta Viña del Mar, pasó por San Felipe y agarró al final la cuesta Chacabuco, Cruz no estaba adelante al comenzar la última etapa. Nunca dejamos de charlar antes de la partida y le hice ver que el asunto no se le presentaba muy claro.
“- Vamos – me dijo -, ¿no ve que después de la cuesta hay un tramo muy recontra malo, lleno de piedras, un verdadero infierno?. Va a ver como me les voy en ese tramo y cuando lleguen los demás a San Eugenio (meta) yo ya me habré duchado y todo”.
Justo como él lo había dicho, ganó la etapa y la prueba sobrado.
Entre Viña y San Felipe había unos caminos infernales. En otra oportunidad yo vi a Cruz pegarse un costalazo feroz al chocar contra una piedra de la ruta. La rueda delantera quedó chueca, a la miseria y él muy magullado y sangrando. No había manera de esperar ayuda y tuvo que trabajar solo, enderezo la rueda, dejando la maquina en buenas condiciones, olvidando los machucones. Esa carrera la ganó de todos modos.
Fallecieron hace años y muy jóvenes los hermanos Orellana, (Salomón y Cruz) pero todavía se les recuerda con cariño. Una vez en una doble Viña – Curicó, charlaba yo con Renato Iturrate, que siempre acompañaba a Exequiel Ramírez quien fue un deportista cabal y de mucho entusiasmo.
«- Oiga, tocayo – le decía -, usted sabe que los viñamarinos corren en equipo, se defienden, se apoyan y quizás por eso nunca dejan de estar en la quemada. Esta prueba es dura, ¿no cree usted que los santiaguinos debieran hacer lo mismo?, yo creo que si usted, Exequiel y Cruz corren en equipo nadie los podrá ganar.
«- Yo pienso igual – me respondió Renato -, pero Exequiel no quiere nada con arreglos. Ya le hablé y me contesto que era mejor así, cada uno para su santo. Que ganara el que tuviera más piernas…»
Para que les voy a contar el resultado, gano de todos modos Cruz Orellana.